¿Qué antibióticos puede tomar una mujer embarazada?

Redactado por: Dra. Johana Contreras

Ginecóloga @ginecologiaenpanama

Los antibióticos son medicamentos ampliamente utilizados para tratar infecciones bacterianas en embarazadas. Sin embargo, siempre nace la incertidumbre acerca de su uso, ya que es bien sabido que algunos antibióticos pueden ser perjudiciales para el bebé en desarrollo.

El médico basa la elección del antibiótico adecuado de acuerdo a su evaluación clínica, del trimestre del embarazo en que te encuentres, a la presencia o no de alergias y con base en el potencial riesgo teratogénico para el desarrollo embrionario o fetal.

Uno de los antibióticos más comúnmente utilizados es el del grupo de las penicilinas (amoxicilina) y de las cefalosporinas (cefalexina). Se ha demostrado que estos son seguros para el feto en desarrollo y no aumentan el riesgo de defectos congénitos.

Por otro lado, algunos antibióticos deben evitarse durante el embarazo debido a los posibles efectos negativos en el feto. Por ejemplo, en etapas más avanzadas del embarazo, la administración de tetraciclinas se han asociado con la supresión transitoria del crecimiento óseo y con la tinción de los dientes en desarrollo. Las fluoroquinolonas, por su parte, generalmente se evitan durante el embarazo debido a posibles efectos dañinos, ya que en estudios experimentales en animales se evidenció que son tóxicos para el desarrollo del cartílago.

Mi mensaje más importante para las embarazadas es que no se automediquen. Si sospechas de alguna infección, acude con tu ginecólogo, puesto que el buscará el antibiótico más adecuado según la infección y la etapa del embarazo en que te encuentres y sopesará cuidadosamente los riesgos/beneficios de cualquier tratamiento, no solo de los antibióticos.

En conclusión, si bien es cierto que algunos antibióticos pueden ser perjudiciales para el desarrollo de tu bebé, hay muchos que son seguros para las mujeres embarazadas y que deben ser utilizados si tu médico de control de embarazo te lo recomienda, ya que una infección no tratada, parcialmente tratada, mal tratada o no tratada a tiempo puede conducir a abortos, partos prematuros y en últimas instancias hasta la pérdida de tu bebé. 

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