Súper Mamá ¿sabías que existen varios tipos de contracciones? En este artículo, te comentamos cuáles son las contracciones que puedes sentir, especialmente si eres mamá primeriza, para que puedas aprender a reconocer cada una.
Seguramente pensaste que, al hablar de contracciones, estas son únicamente las sensaciones que puedes tener en el trabajo de parto, sin embargo, en este artículo te darás cuenta que existen varios tipos de contracciones, cuya función y características propias pueden cambiar a lo largo de todo el embarazo.
¿Dónde se producen las contracciones?
Las contracciones se generan desde el útero, que es el órgano responsable de tener al bebé seguro en el vientre materno. Este es un músculo liso, que tiene la capacidad de contraerse y ejercer la presión suficiente como para expulsar al bebé en el momento del parto.
Este órgano inicia su funcionamiento en los primeros meses de embarazo, ejercitándose para que, al llegar el trabajo de parto, el movimiento voluntario de este facilite la expulsión del bebé. La función de las contracciones es gestionar la circulación de la sangre por la placenta y por el músculo uterino, además de mantener en forma la actuación del útero hasta el momento del parto.
Ya para el último mes a la espera del parto, las contracciones que se generan en el útero ayudarán a borrar el cuello del útero para que el bebé se pueda ubicar fácilmente en el canal de parto.
Características de las Contracciones:
Súper Mamá, las contracciones tienen unas características propias que nos ayudan a identificarlas mucho mejor de acuerdo a su fisiología. Estas características son:
- Tono: es la presión más baja que se registra entre las contracciones. Se trata de la intensidad; es decir, la amplitud en el aumento de la presión intrauterina en cada contracción. Esta característica se mide en mmHg (Milímetros de Mercurio).
Las contracciones se perciben aproximadamente a partir de los 10 mmHg hasta los 60 mmHg que es alto grado de intensidad para el momento del alumbramiento. Esta intensidad se percibe en los siguientes grados:
- 0: menos de 15 mmHg.
- Más de 15 a 25 mmHg, durando menos de 30 segundos.
- Más de 30 a 50 mmHg con una duración aproximada de 45 segundos.
- Más de 50 mmHg que dura más de 60 segundos (trabajo de parto).
- Frecuencia: es el número de veces que se repite cada contracción en intervalos de 10 minutos. Este conteo siempre va de la mano con el grado de intensidad. Es decir, intensidad y frecuencia siempre van de la mano y condicionan para saber el estado soportable o no de dolor o poca percepción del mismo.
- Intervalo: es el tiempo logrado entre los vértices de dos contracciones.
- Actividad intrauterina: es el reflejo de la contracción intrauterina, que se marca médicamente la intensidad por frecuencia, expresándose en mmHg (milímetros de mercurio) x 10 minutos.
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¿Cuáles son las contracciones?
Súper Mamá, a lo largo del embarazo, podrás encontrarte con 6 tipos de contracciones:
- Contracciones A (o de Álvarez): son las contracciones iniciales, que se presentan hasta las 28 semanas de embarazo. Estas tienen muy baja densidad (de 2 a 4 mmHg) y de escasa frecuencia. Súper Mamá, estas contracciones son tan sutiles que probablemente ni te des cuenta que las tienes.
- Contracciones focales: estas contracciones tienen poca intensidad (menos de 10mmHg) y se encuentran focalizadas en diminutas áreas del útero. Generalmente, son causadas por un movimiento involuntario muy leve del bebé.
- Contracciones generalizadas: es una contracción que se inicia en una zona específica, pero que luego se expande a todo el útero. Son producidas por movimientos bruscos del bebé o por esfuerzos o cambios de posición que haga la madre durante el día.
- Contracciones de Braxton Hicks: tienen una intensidad entre 10 a 15 mmHg. Se extienden a un área mucho más grande del útero, haciendo incluso que la tripa se endurezca, pero este hecho no produce ningún tipo de dolor.
Pueden durar entre 30 y 60 segundos. Su frecuencia es baja, presentándose cada media hora, pero suelen aumentar a medida que se desarrolla el embarazo. Por lo general, estas aparecen desde la semana 13, pero lo más común es que inicien en la segunda mitad del embarazo. ¡No debes asustarte Súper Mamá! porque estas contracciones son irregulares, arrítmicas e indoloras.
- Contracciones Preparto o Prodrómicas: este tipo de contracciones son más intensas, pero aún no son propiamente las de trabajo de parto. Pueden aparecer unos días antes del parto y son un indicio de que el momento está por llegar.
El trabajo de estas contracciones clave es madurar y ablandar el cuello del útero. Son más frecuentes y pueden causar un poco de molestia. La intensidad de estas es de 20 mmHg, aunque pueden llegar a 30 mmHg, cada 5 a 10 minutos, pero no son rítmicas.
- Contracciones de Parto. Estas contracciones son las propias del trabajo de parto. Son muy regulares, progresivas e intensas. Se producen con una frecuencia de 3 a 5 contracciones cada 10 minutos. Van aumentando llegando a durar entre 60 y 90 segundos.
Las contracciones de parto son dolorosas, ya que su intensidad es superior a 30 mmHg y en el momento de expulsión pueden alcanzar los 60 mmHg. Pero el dato importante Súper Mamá, es que no debes preocuparte, porque tu cuerpo está completamente preparado para soportar las mismas.
El cuerpo está completamente diseñado para poder facilitar la labor de parto y las contracciones son parte de esa ejercitación del útero, para que cuando llegues al alumbramiento pueda ser mucho más fácil la salida del bebé por el canal de parto. Así que cuando sientas estas contracciones a lo largo del embarazo ¡no te asustes! ten presente que es tu útero, que se está preparando para la llegada de tu bebé al mundo.
Cuéntanos Súper Mamá ¿qué te pareció este artículo? ¿imaginaste que existían tantos tipos de contracciones durante el embarazo? te leemos.